La
cultura para muchos políticos intelectuales y pensadores contemporáneos son fenómenos sociales que caracterizan a la humanidad en sus producto de factores
culturales. Entiéndase creaciones por cultura los valores humanos, sus
afectos, creencias, capacidades de transformación, inquietudes espirituales,
sentido de pertenencia, conciencia histórica, ética, imágenes colectivas, marcos
simbólicos, y cualquier otra manifestación de la conducta humana que tenga una repercusión
sobre su prójimo . Una definición de cultura tan general, sin duda alguna tiene
que estar relacionada con el fenómeno de la creación de riquezas, otro producto
del comportamiento humano.
Sin embargo, definiciones muy
generales no ayudan a disecar un problema y a extraer información de los
hechos que podamos observar y de los
datos a los que podamos tener acceso. Por ello conviene analizar los factores
culturales en forma separada, a sabiendas que actúan en forma conjunta. En la
medida que podamos entender la relación de factores e culturales especifico
sobre el problema en análisis, en esa medidas podremos expandir nuestras definiciones de cultura y entender
en forma cada vez mas exhaustiva la red de relaciones que relacionan la cultura
con los fenómenos de la creación de la riqueza.
Desde el punto de vista religioso
este dogma fue unos de los factores claves en modular el desarrollo de la
humanidad por un periodo importante de la historia. La religión, en las sociedades
antiguas con frecuencia constituía el único modelo del mundo que manejaba la
sociedad. La religión fue causa de muchas guerras y sirvió y sigue sirviendo
como molde para la institucionalización
del estado en varios países del mundo. Varios intelectuales y economistas
alegan que la diferencia entre las religiones es la acumulación de las riquezas
por la naciones en le mundo. Además,
establecen como la religión católica no favorece la generación y acumulación de
las riquezas y postula que son los credos protestantes lo mas propicios a hacer
ricas la naciones. Así, dejando entender que el catolicismo valora la
obediencia irreflexiva, la pobreza el sufrimiento y rechaza, hasta considerando
pecado el lucro y la acumulación de la riqueza.
Por otra parte los cristianos
protestantes por su parte valorizan el trabajo y la acumulación de las
riquezas. Es esta ética del trabajo y del ahorro según estos proponentes que ha
posibilitado el crecimiento económico del mundo anglosajón protestante y
explica el retraso relativo en términos económicos del mundo latino dominado
por el catolicismo, donde el dogmatismo y el fanatismo a frenado por completo
el desarrollo económico.
